Pese a que pueda parecer una mera cuestión estética, los puntos negros del parabrisas son mucho más importantes de lo que creemos, y el hecho de que la gran mayoría de vehículos los tengan sin importar su marca y modelo es sólo una muestra de lo extendida que está esta solución. Sin embargo, no están ahí ni para protegerte a ti ni al parabrisas, están salvaguardando el pegamento que cumple esa misma función.
Una maravilla de la ingeniería en los parabrisas modernos 4j3h6q
Hasta los años 60 los parabrisas se sujetaban mediante molduras metálicas que aseguraban su correcta colocación, pero en busca de métodos más baratos y eficientes terminaron encontrando una mezcla de adhesivo aislante de uretano para fijar los cristales a la carrocería y evitar los peligros que implicaba la solución del metal en caso de accidentes.
Sin embargo esta nueva solución traía otro problema bajo el brazo, y es que teniendo que lidiar con altas temperaturas, fuertes lluvias y la presión del aire, este adhesivo podía terminar viéndose afectado por elementos externos provocando que el cristal del parabrisas se despegase. La solución que encontraron se conoce como frit band, y son esos puntos negros del parabrisas que puedes ver en tu coche.
Se trata de una pintura cerámica que mantiene las propiedades del adhesivo protegiéndolo de los rayos ultravioleta y toda esa climatología que de otra forma resultaría fatal para el mantenimiento de dicho adhesivo. La razón por la que se separan en puntos negros cada vez más pequeños, en cambio, sí es pura cuestión estética destinada a realizar una transición más cómoda hacia la transparencia del resto del cristal.
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