Denuncian a Activision por su "negativa a negociar" y con los trabajadores sindicalizados del estudio de Call of Duty Warzone 2

Raven Software se sindicalizó en 2022 y Activision aceptó esta decisión, pero desde entonces la situación está parada

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Alberto Lloria

Editor

La sindicalización en la industria del videojuego estadounidense ha sido un momento histórico para el sector. En busca de mejores condiciones laborales y seguridad en su trabajo y futuro, muchos estudios y grupos de empleados decidieron sindicalizarse. Uno de ellos fue anunciaron su sindicalización en 2022. Sin embargo, ese mismo equipo ha denunciado a Activision ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales por su "negativa a colaborar".

La denuncia, compartida Microsoft a abordar las preocupaciones planteadas en la acusación y a priorizar la consecución de un acuerdo justo.

Microsoft está interesada en llevar la negociación a buen puerto

Por su parte, un portavoz de Microsoft respondió a las acusaciones afirmando que la empresa está "comprometida a negociar de buena fe", aunque estas negociaciones se estén demorando. Este comentario se alinea con la postura oficial de Microsoft, que ha reiterado en varias ocasiones su intención de cumplir con las normas de negociación laboral establecidas. No obstante, la falta de avance en las negociaciones ha alimentado las preocupaciones de los empleados sobre el compromiso de la empresa con los derechos laborales.

Raven Software

Activision Blizzard, por su parte, reconoció oficialmente al sindicato en 2022, establecido por un grupo de trabajadores de control de calidad en Raven Software. En ese momento, el entonces CEO de Activision Blizzard, Bobby Kotick, prometió que la compañía entablaría negociaciones de buena fe para llegar a un acuerdo de negociación colectiva. De hecho, Kotick subrayó la importancia de crear un entorno de trabajo inclusivo y de alta calidad para los empleados.

A pesar de las promesas iniciales y el reconocimiento del sindicato, los trabajadores de Raven Software siguen esperando un contrato que refleje sus preocupaciones y necesidades. La situación plantea un desafío significativo para Activision y Microsoft, quienes ahora deben demostrar un compromiso real con las prácticas laborales justas para evitar un conflicto prolongado y mantener la estabilidad en el lugar de trabajo.

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