Todo el mundo adora Mario Kart. Es imposible no pasarlo en grande con el juego de Nintendo. Pero esta mítica saga que nació en los circuitos de Super Nintendo también tiene un lado oscuro. Es tan injusta y caótica que muchas veces es fácil pasar del amor al odio en apenas unos segundos. Y a pesar de todo ahí seguimos. Porque curiosamente, esta es parte de su magia. No te cansas de él. Siempre apetece echarse una partida. Y ya sea en solitario o con amigos, es uno de los juegos más divertidos que te puedas imaginar. Mario Kart World para Nintendo Switch 2 es todo esto y mucho más. Es la culminación de más de 30 años dominando un arte que muy pocos han logrado replicar. ¿El mejor de la saga? El tiempo dirá. Pero por ahora es el juego al que tú, yo, y muchos millones más vamos a querer dedicar nuestro tiempo durante los próximos años.
La revolución de Mario Kart World
De Mario Kart World se ha hablado muchísimo así que no te descubro nada nuevo si te digo que ahora tenemos un gigantesco mundo abierto que podemos explorar libremente; carreras para 24 competidores que son un caótico festival de golpes traicioneros y adelantamientos extremos y un modo supervivencia que ya te aviso es una maravilla. ¿Qué tal encajan todas estas piezas? Vamos por partes.
Lo primero que quiero destacar es el diseño de los circuitos. Es simplemente espectacular, pero también algo irregular. Cada pista se siente como un grandioso homenaje a la historia de Mario Kart y a la de la propia Nintendo. Es casi como estar de visita en un parque de atracciones en el que, mires donde mires, siempre hay algo espectacular llamando tu atención. El trazado de los circuitos es ahora más grande por razones obvias, pues hay más corredores que nunca peleando por cada centímetro de pista.
Es la culminación de más de 30 años dominando un arte que muy pocos han logrado replicar
Cuando estás rodeado de otros jugadores la sensación de estar en una batalla campal es brutal. Pero si pilotas en solitario por vas liderando con diferencia… bueno, ahí te vas a sentir algo más pequeñito. Y si además coincide que estás en un tramo en línea recta, la sensación es incluso peor, pues no te queda otra más que tirar hacia adelante hasta llegar a un trazado más estimulante. Esto tiene una explicación sencilla.

Aunque técnicamente compites en circuitos cerrados con un trazado delimitado, lo genial de Mario Kart World es que en realidad sigues moviéndote por su gigantesco mundo abierto. Acabas una carrera y la competición sigue adelante desde ese mismo punto hasta el siguiente circuito, que tú mismo verás en el horizonte. Y esto es increíble. Hay una sensación de continuidad alucinante. Si empiezas en lo alto de una montaña verás como poco a poco la nieve va dando paso a verdes praderas… que pueden desembocar en una gran ciudad, la playa o la mismísima montaña de fuego donde vive Bowser según la ruta que tome la competición. Y a mi eso me parece maravilloso.
La pega son esos tramos intermedios. Las rutas que conectan los circuitos, que no siempre están a la altura. Y bueno, también habrá quien eche de menos las carreras en pistas de tres vueltas, que las hay, pero casi de forma residual. Lo que predomina ahora son los circuitos planteados más como una carretera sin fin. Y si me gustan es porque gracias al trabajo de los artistas de Nintendo nunca van a dejar de sorprenderte con unos paisajes absolutamente espectaculares.
La idea es que no te sientas seguro ni por un instante. Y lo consigue
Cuánto mayor es el caos, curiosamente, mejor funciona la acción de Mario Kart World. Por esa misma razón Nintendo ha plagado cada circuito de peligros externos como tráfico denso, animales salvajes que corren de aquí para allá, gigantescos Bill Bala cruzándose por el medio… o hasta los icónicos enemigos de Super Mario Bros. haciendo de las suyas. La idea es que no te sientas seguro ni por un instante. Y lo consigue. Hay veces que esto parece más un party game todos contra todos, que un juego de carreras.
Pero volviendo a los circuitos. Aquí vas a encontrar algunos de los mejores de toda la saga. Están plagados de sorpresas, de rutas alternativas que se cruzan constantemente y montones de referencias al universo Super Mario con las que es imposible no sonreír. Hay circuitos espectaculares como el Cine Boo o Puerto Espacial DK que muestran el grado de maestría que ha alcanzado Nintendo con su saga Mario Kart. Y esto va más allá de verse simplemente más bonito.

Un salto que lo cambia todo en Mario Kart
A simple vista puede no parecer muy distinto de Mario Kart 8 pero se nota que Nintendo se ha pasado los últimos diez años refinando la fórmula para llevarla a un nuevo nivel: el de las carreras acrobáticas. Pero empecemos por lo básico.
En esencia, World es un Mario Kart como cualquier otro. Los derrapes son importantes. Elegir bien cuándo y cómo usas los objetos, también. Incluso pillar rebufo para ganar un impulso extra. Nada cambia… y sin embargo, todo ha cambiado. Como comentaba días atrás mi compañero José Ángel, la culpa la tiene un único botón. Pulsas, mantienes… y pegas un salto cargado que te da un empujón extra de velocidad. Pero ese acelerón no es más que un 'complemento', por así decirlo. Lo que de verdad revoluciona la fórmula Mario Kart es la posibilidad de usar el salto para subir a cables, barandillas y otras superficies por las que te puedes deslizar casi como si estuvieras grindeando en plan Tony Hawk o Jet Set Radio.
Hay jugadores que no paran de dejarnos atónitos con su conducción extrema
¿Recuerdas el lema 'fácil de jugar, difícil de dominar'? Pues es esto mismo. Verás que subirse a estas barandillas es relativamente sencillo, aunque hace falta cierto dominio para hacerlo a toda velocidad. Otra historia bien distinta es ir dando saltos de una a otra barandilla mientras pillas turbo sin parar, conduces hasta por las paredes, y rematas la faena recortando distancias de manera surrealista atajando por zonas inaccesibles para cualquier otro. Y lo estamos viendo desde el primer día. Hay jugadores que no paran de dejarnos atónitos con su conducción extrema de un modo similar a como años atrás nos sorprendían los fans de Breath of the Wild con sus locuras virales.
Lo hacen de una forma tan absurda y espectacular, que al menos a mi ya me han dejado claro que no tengo mucho que hacer en el online. Aunque no negaré que incluso en las derrotas más humillantes siempre encuentras diversión en Mario Kart World. Y esta es una de sus fortalezas, como siempre lo ha sido en la saga de Nintendo.

Qué ofrece el mundo abierto de Mario Kart World
Aprender a dominar los derrapes, los saltos cargados y el grindeo es un arte para el que la propia Nintendo te intenta preparar con el llamado Modo Libre. La opción de explorar el gigantesco mundo abierto de Mario Kart World a tu antojo, sin barreras, por el simple placer de conducir sin un rumbo fijo. Aunque en realidad sí tienes algo que hacer pues el mapa está plagado de desafíos que, vale, no es que sean muy originales ni tampoco especialmente difíciles; pero hay de todo y muchos de estos retos suponen un buen aprendizaje de lo que puedes hacer en las carreras.
Todo se desbloquea jugando. También los coches y motos
Los derrapes, las acrobacias con turbo, el grindeo, correr por las paredes… no hay nada como aprender mientras te diviertes y Nintendo se esfuerza en que así sea. Vamos, que hasta te hacen escapar de dinosaurios por las calles de una ciudad, o aceptar un desafío de resistencia conduciendo contra el reloj durante largos recorridos. También hay montones de coleccionables repartidos por todo el mapa. Te tocará dar caza a Caco Gazapo y hasta hay un tipo de moneda especial que es todo un desafío encontrar. Aunque la recompensa merece la pena.
Lástima que no se pueda decir lo mismo del resto de desafíos que propone el Modo Libre. Porque a ver, las pegatinas están bien, pero sabe a poco cuando ya acumulas decenas de ellas. Y lo peor es que tampoco te dan muchas opciones de personalización, ¡solo puedes usar una por coche!, lo que es una lástima. Era le juego perfecto para volverse locos también aquí, como se ha visto en la propia selección de pilotos. No podía ser de otra forma.

Con 24 competidores en carrera, el nuevo Mario Kart necesitaba a muchos, muchísimos pilotos para dar la talla. Y yo por lo menos estoy contentísimo con la selección actual. Nintendo ha prescindido de cualquier personaje que no pertenezca al universo Super Mario, tirando de viejos clásicos y también de auténticas excentricidades como un delfín, un cangrejo o la tremendamente popular vaca de Pradera Mu Mu, uno de los circuitos más queridos de la serie. Y me parece fantástico, aunque con matices. Me explico.
Mientras juegas verás que puedes desbloquear nuevos atuendos para los pilotos a medida que consumes alimentos en los puestos de comida rápida de Yoshi, o realizas también otras acciones especiales. Ya te aviso que Nintendo juega al misterio y no da muchas pistas sobre cómo desbloquear todos estos contenidos. Pero no todo iba a ser perfecto. Lo que me da pena de todo esto es que hay muchos personajes que no tienen ninguna versión alternativa. Goomba, Caco Gazapo, la propia vaca…. Entiendo que son personajes secundarios, pero esta ausencia no hace más que acrecentar esa sensación de que son como una plantilla B.
Dicho esto. Los trajes alternativos son una chulada y hay algunas variaciones de personajes clásicos que son una auténtica maravilla; pura nostalgia nintendera. Y lo mejor es que todo se desbloquea jugando. También los coches y motos, que se añaden al garaje a medida que consigues más y más monedas de oro. Por el camino se ha perdido la personalización de estos vehículos. A mi no es algo que me moleste mucho, creo que así es todo más directo; pero sí tengo la sensación de que falta algo más de información extra para entender mejor las sinergías entre piloto y coche. Especialmente porque las sensaciones al volante varían mucho dependiendo de esta elección, lo que una vez más denota lo profundo que se ha vuelto Mario Kart.

El miedo asalta la pista
Hasta aquí hemos repasado a grandes rasgos las principales novedades de Mario Kart World, pero me dejo para casi el final la que más he disfrutado con diferencia: el modo supervivencia. Estas carreras son pura tensión y es fácil ver por qué.
No hay opción al fallo. Si llegas tarde a uno de los cuatro checkpoint por carrera, estás fuera, se acabó. Ahora imagina una partida con 23 jugadores que solo piensan en destruirte. El caos es total y la posibilidad de quedar fuera en el último segundo por culpa de un maldito caparazón va a hacer que juegues hasta con miedo, sobre todo en las competiciones más reñidas. Esa tensión extrema no la había visto jamás en Mario Kart y lo cierto es que le sienta genial.
Hablando de los objetos, Nintendo se ha sacado de la chistera algunos que son realmente divertidos
El diseño de estos circuitos es fantástico. Un trazado único de largo recorrido que exige que juegues al más alto nivel aprovechando todos los recursos a tu alcance. Los mini turnos, los objetos, los derrapes y el grindeo… incluso en las líneas rectas vas a tener que buscar la manera de ganar ventaja para evitar que un golpe fatal en los últimos metros te robe la victoria. Pero ya te puedes imaginar que lo vas a sufrir constantemente y no vas a poder evitar gritar de pura frustración. Qué te voy a contar. Esto es Mario Kart y aquí hemos venido a pasarlo bien.
Hazte a la idea de que incluso te costará ganar el oro jugando contra la IA, pero ya te digo que Mario Kart World en el online es otra historia. Las partidas multijugador son un delicioso festival de golpes y explosiones en el que ese amor / odio que sientes por Mario Kart se multiplica por mil.

Hablando de los objetos, Nintendo se ha sacado de la chistera algunos que son realmente divertidos. Me quedo sobre todo con el Champiñón que te hace gigante y especialmente Kamek, el fiel mago de Bowser, que además de transformar a todos los pilotos en un personaje completamente distinto, ataca al líder de la carrera de formas muy variopintas. ¿Mi favorita? Cuando llena todo el circuito de bombas.
En general hay un buen equilibrio entre todos estos objetos. No hay uno que digas, 'vale, esto lo rompe todo'. Aunque obviamente hay ítems absolutamente destructivos. Bill Bala, por ejemplo, arrasa con todo a su paso ahora que hay muchos más pilotos de por medio. Y luego está el dichoso caparazón azul. Pero como digo, Nintendo ha equilibrado bien las cosas controlando mucho la duración de estos poderes únicos para que la estrella, las flores de huelo y fuego, etc. duren su justa medida.
Un Mario Kart a tope de contenidos
Más allá de correr, como siempre en Mario Kart también tenemos el tradicional Modo Batalla con la opción de destruir globos, todo un clásico, o bien amasar más monedas que nadie. Sé que no todo el mundo es fan de estos modos extra pero en mi casa solemos echar de vez en cuando alguna batalla de globos, así que para mí es importante.
Aquí he de reconocer que tengo sensaciones encontradas. Son partidas divertidas porque, una vez más, hablamos de 24 competidores luchando entre sí (o por equipos). Pero creo que los mapas son demasiado grandes. Tanto, que habiendo más pilotos que nunca hay momentos en los que no tienes a nadie delante al que atacar. Creo que este modo se habría beneficiado de un diseño más compacto que hiciera que la acción fuera más frenética y caótica. El modo Versus me ha gustado más, sobre todo porque tú mismo puedes crear tus propias rutas a través de varios circuitos creando una competición más personalizable.

En todos estos casos el online funciona bastante bien y si usas la cámara, como curiosidad está muy bien eso de ver la cara de tus rivales directos; sobre todo cuando les trolleas con un objeto en el peor momento. Aún así aquí hay bastante margen de mejora en lo que respecta a la calidad de imagen de la cámara de Nintendo. Y si prefieres jugar en casa con los tuyos, incluso a pantalla dividida con cuatro jugadores, Mario Kart World funciona bastante bien. Pierde vistosidad, claro, pero el rendimiento es bueno y para momentos especiales, es una buena forma de juntar a los amigos y echarse unas risas.
En resumen. Aquí tienes horas y horas de pura diversión. Pero obviamente entiendo la polémica por el precio, porque a todos nos cogió por sorpresa una subida tan alta. ¿Lo justifica? Nadie duda de que Mario Kart World es un juego formidable con unos valores de producción fantásticos. Y sí, va a ser uno de esos títulos a los que recurrir prácticamente toda la vida útil de la consola. Pero también creo que Nintendo está en una posición tan fuerte que podía haberse ahorrado la subida y mantener las cosas como estaban pensando en los fans, y que ahora va a tocar pensarse mucho más qué juegos compras, dejando otros por el camino.
Un espectáculo visual y el mejor homenaje al universo Mario
Si hablamos de los gráficos es imposible no aplaudir el trabajo de Nintendo. El salto visual con respecto a Mario Kart 8 es brutal, incluso aunque a primera vista pueda no parecerlo. Ya no solo por el hecho de que hay más competidores que nunca. Es que los circuitos son colosales, están plagados de caminos alternativos y muchas veces juegan incluso con varias alturas que potencian la sensación de estar corriendo en escenarios sin límites. Pero lo mejor está siempre en el horizonte.
Correr y ver en la lejanía el Castillo de Peach sabiendo que en cuestión de minutos tú mismo estarás allí compitiendo es todo un espectáculo. Y Nintendo juega bien sus cartas. La mayoría de circuitos oculta algún momento impactante que se graba en la retina. Puede ser un Donkey Kong gigante emulando al del clásico arcade de Miyamoto, o una estampida de animales salvajes corriendo por la sabana. O simplemente un paisaje bonito. Mario Kart World es un juego que entra por los ojos; que realmente se siente vivo porque siempre hay cosas ocurriendo a tu alrededor.

No quiero olvidarme tampoco de los pilotos. Su diseño y el nivel de detalle no decepcionan, con una expresividad (aunque solo sean un par de muecas) que te hará reír en más de una ocasión. Así que estoy seguro de que tú también estás ya quemando el modo foto a base de sacar capturas y más capturas de todos esos momentos mágicos que ocurren durante las carreras. Tengo algunas imágenes que son oro puro. Todo este espectáculo funciona a 60FPS incluso cuando juegas en la pantalla de Nintendo Switch 2, donde el juego se ve igualmente genial. Y hay detalles técnicos para aburrir. Las zonas de agua, por ejemplo, me parecen fantásticas porque más allá de lo visual, exigen de ti una buena técnica para sortear el oleaje usando mini turbos sin parar. Está tan bien hecho que por momentos parece que estés jugando al clásico Wave Race en lugar de Mario Kart.
Mario Kart World- Nintendo Switch 2
Y luego están todos esos elementos externos que afectan a la carrera. A veces hay tantos que es un caos demencial. Pero como te decía, es justo en esos momentos cuando mejor te lo pasas, incluso aunque te hayan golpeado cuatro veces seguidas y hayas pasado de ser primero al número 20. Por otro lado Mario Kart World también es un juego maravilloso en lo musical. Creo que no exagero si digo que tiene la mejor banda sonora de toda la serie y una de las mejores que recuerdo de la propia Nintendo. Tiene una variedad de temas fantástica, pero es que además los combina de forma natural a medida que exploras su mundo abierto.
Decía antes que el juego está plagado de pequeños guiños y secretos a la historia de Super Mario, y ocurre lo mismo con la música o los efectos de audio. Así que ha habido momentos en los que no he podido evitar emocionarme y sonreír al detectar las notas de algún tema clásico que ya me volvía loco de pequeño. En definitiva, Mario Kart World es el juego perfecto para estrenarse con Nintendo Switch 2. Más allá de las bromas sobre si dan o no ganas de tirar la consola por la ventana, cuesta pensar ahora mismo en otro juego del estilo que sea tan divertido y que ofrezca tantas horas de contenido como este.
Su apuesta por el mundo abierto y las carreras multitudinarias no son más que la punta del iceberg de un videojuego que, sí, es fácil de jugar pero también increíblemente difícil de dominar. Y esa profundidad es la que nos va a tener horas y horas frente a la consola tratando de mejorar nuestras marcas; explorando al máximo sus circuitos, entre los que se encuentran algunos de los mejores de toda la saga; y también explorando su mundo abierto. Vale que la conducción libre parece más una curiosidad que un añadido realmente valioso para la experiencia Mario Kart, pero si Nintendo juega bien sus cartas y sabe dotar de vida a este gigantesco mapa, es posible que con World haya nacido un juego infinito. Así que volviendo a la pregunta inicial. ¿Es el mejor Mario Kart de la historia? No sé si lo es, pero sí tengo claro que es de sus mejores juegos con diferencia.
Comprar Mario Kart World- Sus carreras son más profundas de lo que parecen gracias al salto cargado y el grindeo por barandillas y cables
- Tiene algunos de los mejores circuitos de toda la saga. La transición entre ellos es genial.
- Su modo supervivencia es de lo mejor de Mario Kart World, pura tensión
- La exploración libre por el mundo abierto se siente desaprovechada. Los retos no son muy allá.
- Modo batalla, versus, contrarreloj y hasta modo foto. No le falta de nada
---
Ver 9 comentarios