Es probablemente el juego más desagradable que he probado en muchos años, pero este cuento de hadas rumano es una de esas aventuras de acción que deberías jugar

Durante los últimos días he tenido la oportunidad de jugar a Moroi. Es un juego de aventuras y rompecabezas con una acción hack n' slash similar a la de Hotline Miami, aunque su verdadero encanto radica en la ambientación. Sus autores, Violet Saint, lo presentan como "un cuento de hadas 'grimdark' [terminología acuñada por Warhammer 40.000] inspirado por una mezcla de fantasía oscura, tradición rumana y surrealismo lynchiano" que suena tan denso como es en realidad.

Moroi se ambienta en una prisión apodada The Cosmic Engine —el juego contará con traducción al español, pero aún es provisional— de la cual nuestro personaje, desprovisto de recuerdos ni recursos, trata de escapar. Para lograrlo debe amasar por el camino un arsenal de armas cuerpo a cuerpo y a distancia, pero también colaborar con numerosos "aliados" extravagantes que en mi humilde opinión, representan el corazón del título al completo.

¿Qué quiero decir con esto? Pues que por sí mismo, a nivel de diseño y mecánicas, Moroi está bien; pero es a través de los diálogos y los encuentros con estos NPC cuando realmente despunta. En este sentido, me recuerda mucho a la película 'stop-motion' Mad God (2021) de Phil Tippett. Por si no la conocías, hablamos de una cinta de horror que exploraba el concepto de un universo que o bien ha sido abandonado por Dios o que Dios gobierna de manera retorcida.

Un juego hecho a medida de sus personajes

Diría que esa es una buena manera de cualificar lo que nos describe Moroi. De manera ilustrativa, solo en la breve sección que hace las veces de tutorial (que a su vez es también el rompecabezas más pobre) nos cruzamos con un caníbal que se está comiendo a sí mismo como vía de expresión artística, y con un cuerpo decapitado y con el cuello enroscado a una tubería que le suministra líquido constantemente. Puro 'body-horror' que nos acompaña durante el recorrido.

Ninguno de estos elementos es mero 'atrezzo', por cierto: todos plantean alguna clase de rompecabezas o vía de progresión que debes desmenuzar para seguir adelante. Y el encanto de Moroi radica en no abusar ni en quedarse corto a la hora de plantear estas criaturas extrañas con motivaciones únicas. En prácticamente cualquier sección conoces al menos uno o dos personajes secundarios interesantes de ver, que refrescan un poco la acción con nuevos dilemas y resoluciones estimulantes (a su manera) a esas mismas cuestiones.

Creo que esa es una dinámica que Moroi tiene bien aprendida, y si es capaz de conquistarte con ella, terminará gustándote. Cada sección tiene "un poco de todo", nunca te lleva de la mano y termina justo antes de que te aburras o agobies. Los personajes que encuentras en ellas son de lo más variopintos, turbios como ellos solos y siempre tienen un "girito" final a modo de despedida que sabe sorprender y te graba a fuego en la memoria cada uno de esos encuentros.

Moroi estará disponible en PC a través de Steam desde el 30 de abril, y si te pica la curiosidad, puedes probarlo gratis tú mismo descargando la misma demo.

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