Lo tenía difícil pero va camino de repetir la jugada maestra de Blasphemous 2. Hazte un favor y prueba la demo gratis de Ninja Gaiden Ragebound

Mentiría si dijera que era fan de Ninja Gaiden antes de su renacimiento en la primera Xbox, pero tan impresionado me dejó este genial juego de Tomonobu Itagaki que por simple curiosidad, me dio por probar los clásicos de NES. Qué pesadilla, la verdad. No porque fueran malos; que no lo son. Pero si los últimos Ninja Gaiden son difíciles, lo de esos juegos 2D era infernal. Por fortuna, si buscas un desafío retro pero sin llegar a esos extremos el nuevo Ninja Gaiden Ragebound es perfecto. Lo he podido probar con motivo del nuevo Steam Next Fest y solo tengo palabras de elogio hacia el equipo de The Game Kitchen, que siendo fieles al espíritu de los clásicos no ha perdido la oportunidad de dejar su propia huella en esta saga mítica donde las haya.

Es un juego frenético y brutal en el que apenas tienes un segundo de respiro y en el que un par de descuidos son sinónimo de muerte, pero no de una forma frustrante. Como en el gran Ninja Gaiden Black, lo que más me gusta del juego es que cuando mueres sabes que ha sido por tu culpa; por un descuido o no haber sido lo suficientemente rápido. Pero es tu culpa, no del juego. Y eso te anima a intentarlo una y otra vez. Obviamente hablamos de una demo que muestra un par de niveles del inicio de la aventura, así que todavía está por ver cómo de difícil se vuelve todo al avanzar, pero es un buen punto para hablar de los retos adicionales y el alma arcade del juego.

Los autores de Blasphemous 2 han introducido una serie de retos optativos en cada nivel con los preciados coleccionables como recompensa. Estas pruebas son un hueso duro de roer porque exigen velocidad y precisión, así que cualquier fallo te hará fracasar. Sin embargo todo está tan bien medido y el control del personaje es tan bueno, que da gusto repetir cuantas veces haga falta con tal de sentir que los has conseguido y, por tanto, que eres bueno en esto de masacrar demonios con estilo ninja.

Esto último es vital porque como te decía, Ninja Gaiden Ragebound tiene alma arcade, lo que significa que el juego te va a puntuar cada vez que termines un nivel en base a los coleccionables que has recuperado, tu tiempo y otros factores que van desde matar monstruos de una forma determinada, hasta retos tan duros como escapar sin sufrir ni un solo golpe.

Un Ninja Gaiden con sorpresas

Ragebound tiene muchos detalles que son puro Ninja Gaiden, empezando por la perfecta fusión entre plataformas y combate. Van tan de la mano que puedes ir ‘saltando’ sobre armas arrojadizas y otros obstáculos para evitar golpes y llegar lo antes posible a los rivales. También es un juego que premia la precisión, hasta el punto de incluir enemigos que si matas con el movimiento indicado, te recompensará con un golpe mucho más poderoso perfecto para derrotar en un instante a los enemigos más duros.

Y luego están las esquivas, claro, que son vitales para escapar en las situaciones más peliagudas. Obviamente aquí los jefes de final de fase se llevan la palma porque más allá de lo estético, son francamente divertidos de derrotar. Pero Ninja Gaiden Ragebound tiene alguna sorpresa más oculta bajo su máscara, pues al poco de empezar la aventura Kenji Mozu unirá su poder con el de una de las shinobi de la aldea rival, el Clan de la Araña Negra, adquiriendo así unos dones demoníacos que cambian por completo la experiencia de combate.

El poder de Kumori va más allá de simplemente lanzar shurikens, pudiendo trasladarse al plano demoníaco para sortear ciertos desafíos en un tiempo límite antes de ser devuelta al mundo terrenal. Estas fases son puro plataformeo, al menos en esta demo, y suponen un reto de lo más satisfactorio que sirve también para romper con la monotonía de masacrar demonios a golpe de katana.

En definitiva, esta toma de o con Ragebound no podía haber sido más satisfactoria. Es justo lo que podrías pedir a un nuevo Ninja Gaiden en 2D, con un pixel arte de enorme calidad y un ritmo de la acción tan frenético que es fácil acabar exhausto (en el buen sentido) tras echarse unas partidas. Solo quedan unas pocas semanas hasta el 31 de julio para poder disfrutar de este regreso a las raíces de Ninja Gaiden en PC y consolas. Y tengo claro que va a ser una vuelta triunfal, en un año mágico para esta saga teniendo en cuenta que hace unos meses tuvimos el remake de Ninja Gaiden Black 2 y a finales de año llega Ninja Gaiden 4.

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