Ser un pirata implica mucha libertad, hacer lo que quieras, saquear ciudades, obtener grandes tesoros y vivir en la abundancia. ¿Por qué no convertir la experiencia en un videojuego? A Flying Lab Software se le ocurrió la idea y ya tenemos el resultado: un excelente MMORPG que nos demuestra que el género ya tiene un título más del que presumir. Izad velas, desenvainad la espada y preparaos para surcar los mares en busca de aventuras junto a otros muchos aspirantes a pirata. ¿Quién logrará dominar el Caribe?
¿Hay vida más allá de World of Warcraft? Hasta hace poco era un tanto difícil dar una respuesta afirmativa a esta pregunta, ya que la aceptación y el éxito de la obra de Blizzard sólo nos hacía pensar en los orcos y los elfos como abanderados del género de los MMORPG. Pero, por suerte, el mundo de los videojuegos es muy competitivo. Tanto, que este año los orcos verán amenazado su imperio online con propuestas como Pirates of the Burning Sea, título desarrollado por Flying Lab Software y apadrinado por Sony Online Entertainment. Una obra que nos hará sentir como auténticos piratas dentro de un paisaje idílico que toma como escenario al bello Caribe.
Es cierto que la desarrolladora se ha tomado su tiempo para llevar a cabo este no poco ambicioso proyecto. Cerca de cinco años modelando un producto que se basa en una época pasada donde ingleses, ses y españoles luchaban por tierras lejanas. Unos territorios donde lo más divertido (para nosotros, por supuesto) será que también habrá piratas con los que establecer batallas. Eso si no queremos ser uno de ellos, ya que el título nos da la opción de preparar un personaje a nuestra imagen y semejanza (o no), donde seleccionar un determinado oficio: librecambista (aventurero mercante autónomo que pone en marcha la economía del Nuevo Mundo), oficial naval (comandante de una tripulación) o corsario (considerado por algunos como un héroe y por otros como un ladrón).
¿Quieres ser pirata?
Así será el punto de partida de un videojuego donde la capacidad de personalización lo será casi todo. Para empezar, podremos seleccionar el sexo de nuestro personaje, su apariencia e incluso el color de los diferentes sombreros, parches, camisas, chalecos, guantes, pantalones y botas con los que queramos equiparle. Todo un conjunto de opciones que harán que nuestro pirata sea inconfundible una vez que nos conectemos a uno de los múltiples servidores disponibles. Servidores que requerirán de mensualidades y que en nuestras pruebas se mostraron muy estables y sin el odiado "lag".
Una vez que hayamos terminado de confeccionar la apariencia del personaje que nos representará en la partida, comenzaremos nuestra particular odisea conquistadora, no sin antes haber comprendido los principios básicos de una obra donde la exploración a pie y los viajes en barco serán tan frecuentes como los duelos a espada y los cañonazos en alta mar. La variedad de situaciones será extensa, así que nada mejor que un tutorial para no agobiarse con tantas posibilidades de control. Será una introducción al videojuego que comenzará (en nuestro caso particular) como un pirata que se va a hacer con el control de un barco después de que su capitán haya muerto por culpa de los Bilge Rats, los cuales comparten fechorías con los Bloody Arms, un grupo que está causando el mal en la región.
¡Vive la vida pirata!
Como pirata, nuestro papel realmente no será el de defender a los débiles precisamente, y es que nos moveremos más por recompensas que por otra cosa. Con cada enemigo vencido y con cada barco derribado, no sólo obtendremos experiencia, sino botines que, en el caso de completar misiones, nos darán algo de oro que usar para mejorar nuestro barco o incluso adquirir uno mejor. Las conocidas como "quests" serán muy variadas, además de numerosas. En un principio, acabaremos en el puerto de Marsh, que contendrá un pequeño pueblo donde empezar a explorar y contemplar a unos aldeanos que nos invitarán a compartir algunas palabras.
El más dicharachero será el pregonero, personaje que nos dará la información necesaria para movernos mejor por una aventura que nos propondrá el cuarteto de teclas W, S, A, D para controlar el movimiento de un personaje que veremos desde todos los ángulos si es que manejamos la cámara con el botón derecho del ratón. No podremos interactuar con todos los NPC en pantalla, pero al menos cada uno realizará una tarea particular, dándonos la impresión de ver un entorno vivo al que se sumarán los muchos jugadores con los que podremos aliarnos para completar objetivos y, quién sabe, iniciar una conquista cooperativa del Caribe. A ello ayudará una ventana de chat omnipresente que podremos ocultar cuando queramos, al igual que el resto de ayudas en pantalla.
Mucho más que tesoros
Es de irar que el grado de personalización llegue hasta este punto, ya que lejos de ser una opción irreverente, nos ayudará a poner el juego a nuestro gusto. Estas ayudas en la interfaz, sin embargo, no tendrían mucha importancia si nos encontráramos ante un título donde la jugabilidad fuera el verdadero obstáculo, pero la verdad es que la propuesta de Flying Lab Software es muy convincente. Aparte de concentrar una gran carga en unos diálogos correctamente localizados al castellano, el título nos ofrece mucho más que andar y encontrar tesoros. También habrá lugar para los duelos a espada, momentos en que tendremos que tener un ojo en las esquinas de la pantalla. Allí se hallará nuestro indicador de vida (en rojo), nuestra barra de iniciativa (en amarillo) y nuestra capacidad de equilibrio/defensa (en verde).
Interesante será el descubrir para qué sirve la barra amarilla, ya que nos permitirá realizar movimientos finales. Unos movimientos que, además de poseer un repertorio considerable de animaciones, serán diferentes dependiendo de los entrenadores que nos suministren conocimientos. Habrá maestros en el esgrima, conocedores de la lucha sucia o expertos en habilidades pirata. De nosotros y de nuestros puntos de experiencia y de nivel dependerá que podamos aprender una técnica u otra, la cual siempre acabará en el casillero inferior izquierdo de la pantalla, asignado siempre a un número que cuando estemos en batalla podrá ser accionado.
Piratas online… ¡al abordaje!
Evidentemente, no podremos masacrar al enemigo con todos los ataques que deseemos cuando queramos. Antes habrá que esperar a que nuestro pirata recargue su capacidad de ataque. No obstante, cuando más alto sea el nivel de experiencia, más fácil lo tendremos, y es que como en cualquier juego RPG, aquí el nivel será muy importante para acceder a unos retos que, como dijimos, también nos llevarán a alta mar. En términos generales, la exploración sobre suelo firme y las aventuras en la superficie del agua tendrán la misma proporción jugable, a pesar de no compartir un motor gráfico que adaptará su funcionamiento para mostrarnos lo mejor que puede dar de sí cada uno de ellos.
La acción en alta mar seguirá teniendo una perspectiva en tercera persona (tal y como cuando controlamos a nuestro pirata), pero con la salvedad de que el punto de vista será más alejado, y tanto más si giramos hacia arriba/abajo la rueda del ratón. El cuarteto de teclas W, S, A, D esta vez no servirá para controlar el caminar de nuestro personaje, sino para subir y bajar unas velas que estarán influidas por la fuerza del viento. Lo más interesante de esta fase del juego (la cual se repetirá con asiduidad) será que, además del preciosismo gráfico que nos darán los paisajes reflejados por el agua del mar, tendremos la posibilidad de romper los cascos de los barcos enemigos hasta que se hundan.
Una vez hundidos, podremos reclamar sus botines y así hacernos ricos a base de convertirnos en los personajes más despiadados del mar. Cuanto más agresivos nos mostremos, más nos temerán en el Caribe, y eso podrá ser un valor añadido para disfrutar de un videojuego que nos ha sorprendido gratamente. Sentirnos como piratas rodeados de otros aspirantes a conquistar los mares caribeños se convierte en una experiencia que más de uno habrá soñado alguna vez. Y además, si está dotado de un acabado gráfico detallado (pero no por ello exigente en máquina) y de una banda sonora digna de película, ya no nos queda ninguna duda de que otra de las vidas que los amantes de los MMORPG deberían vivir sería la vida pirata.
Crear un MMORPG basado en la vida pirata no sólo ha resultado ser una gran idea, sino que nos ha dado un producto a la altura de un género tan exigente como aquel que defienden creaciones como World of Warcraft. Después de ver este Pirates of the Burning Sea, ya no nos cabe ninguna duda de que el género progresa adecuadamente y promete mucho para este año 2008. Sé lo que quieras en un videojuego con infinidad de “quests” y con una variedad de acción que nos pondrá en la mano un timón de barco o una espada con el fin de conquistar el Caribe. Otros jugadores como tú tendrán la misma finalidad y he ahí el desafío añadido de crear un título bajo este tema. Dicen por ahí que la vida pirata es la mejor. Si quieres descubrirlo en este juego, seguro que no quedas arrepentido.
Comprar Pirates of the Burning Sea