Diseñadores tras Assassin's Creed y The Witcher 3 han mostrado su iración por el trabajo logrado por Nintendo.
El desarrollo de The Legend of Zelda: Breath of the Wild sigue dejando palabras de iración entre la industria gracias, en buena parte, a su concepción del mundo abierto. De hecho este asunto protagonizó un reciente Checkpoint en las páginas de 3DJuegos, pero también favorece interesantes declaraciones de de estudios destacados del sector, y habituales del género, como la propia CD Projekt o Ubisoft.
"Breath of the Wild mostró algo conocido por la mayoría de los desarrolladores, pero difícil de alcanzar, [que estos juegos] están evolucionando los clásicos mundos abiertos hacia una propuesta de mayor libertad, con una progresión donde se siguen las motivaciones intrínsecas de cada jugador, y presentando una curva de reto adaptable a sus decisiones, formulando estructuras narrativas abiertas, etcétera", exponía sobre este tema Benjamin Plich, diseñador jefe en Assassin's Creed: Unity and For Honor.
El jugador explora porque se pregunta qué hay ahí fuera, no porque lo indique una señal
Damien Monnier, responsables en estas mismas labores en The Witcher 3: Wild Hunt, mostró su parecer en una línea similar. "Ha logrado conjugar mecánicas clásicas del género sin necesidad de confiar en ellas para guiar al jugador a través de su mundo. Él va y explora porque se pregunta qué hay ahí fuera, no porque lo indique una señal. Como fan de Zelda, mis expectativas han cambiado -han subido el listón sobre construcción de un mundo y el sentimiento total de inmersión cuando se juega-".
"Si bien sigue habiendo algunas actividades tradicionales (coleccionables, recompensas, etc.), no se sobrecarga al jugador y le permite poner su foco de atención en la exploración. Uno quiere explorar esté o no en una misión", añadía Monnier en un extenso reportaje publicado por GamesIndustry, altamente recomendado para quienes quieran profundizar más sobre los logros del lanzamiento de Nintendo.