Gracias al auge de la inteligencia artificial, NVIDIA se ha convertido en una de las compañías con más capitalización bursátil del mundo. En la actualidad, la firma verde cuenta con una valoración de 1.190 millones de dólares, una cifra que ha logrado tras su increíble recorrido en los últimos trimestres gracias a la IA. Pero, por desgracia para el CEO de la compañía, en la actualidad una de las 30 personas más ricas del mundo, dicho éxito se está convirtiendo en un auténtico dolor de cabeza.
Como recoge el portal Techspot en una reciente publicación, los empleados veteranos de la compañía se están volviendo complacientes y han bajado la intensidad a la hora de trabajar. Entre los motivos de este bajón se encuentra la falta de competitividad, ya que NVIDIA no cuenta con ningún rival a su altura en terrenos como las GPU para IA o gaming, o el valor de las acciones. Estas, en los últimos 5 años, han crecido un 1.200%, razón por la que algunos trabajadores están esperando recibir acciones con las que amasar una fortuna.
El CEO de NVIDIA se harta de la situación
Así, la consideración de estos empleados es que su trabajo comienza a ser un “deporte voluntario”, ya que ya no trabajan de una forma tan eficiente y dura como hacían unos meses atrás. Esto, como era de esperar, ha provocado el enfado mayúsculo de Jensen Huang, CEO de la compañía, quién ha comenzado a hartarse de la situación y ha indicado a algunos de los empleados más holgazanes que hagan su “maldito trabajo”.
Sea como fuere, el crecimiento de la inteligencia artificial, el éxito de la línea RTX 4000 y otras vertientes tecnológicas han llevado a NVIDIA a gozar de la posición que ostenta en la actualidad. Por ello, Huang y el resto de de la junta no están contentos con la complacencia que están adoptando algunos trabajadores, ya que esto podría repercutir negativamente en el rumbo actual de la compañía. De hecho, uno de los fundadores de NVIDIA ya abandonó la firma en el pasado por una condición similar y, a tenor de la situación actual de la empresa, itió años después que se había equivocado.
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