Elon Musk prestó 6,7 millones de dólares a una pareja para comprar su casa de la infancia. Ahora son sus okupas

Elon Musk prestó 6,7 millones de dólares a una pareja para comprar su casa de la infancia. Ahora son sus okupas 3t3o3v

  • Sin duda es uno de los peores negocios que ha hecho el multimillonario 3a1a5h

  • Elon Musk sigue a la espera de que se formalice el desahucio 1o1i5j

Facebook Twitter Flipboard E-mail
Elon Musk Casa
ruben-marquez

Rubén Márquez

Editor - Trivia
ruben-marquez

Rubén Márquez

Editor - Trivia

En 2013 el multimillonario Elon Musk compró en Los Ángeles una mansión muy especial. No sólo era una de las grandes fincas de la prestigiosa urbanización de Bel-Air, aquella casa era también como un museo de uno de sus actores favoritos de Hollywood, el carismático Gene Wilder de películas como Willy Wonka o El Jovencito Frankenstein.

Wilder vivió allá hasta 2007 acumulando en la mansión una ingente colección de elementos personales, así que cuando Elon Musk adquirió la propiedad seis años después no lo hizo como una inversión inmobiliaria, sino con la intención de que ningún otro multimillonario pudiese deshacerse y manchar aquél legado. Pagando 6,75 millones de dólares por la casa, lo hizo para "mantener su alma intacta" y rendir pleitesía al actor. La jugada, sin embargo, está lejos de terminar tal y como había planeado.

La casa museo de Elon Musk 6s51k

En 2020, siete años después de que comprase la casa para dejarla tal y como la había adquirido, y sin la menor intención de vivir en ella, Elon Musk anunció que la vendería en un arrebato que le empujó a deshacerse de gran parte de sus posesiones. Eso sí, el legado de Gene Wilder subiría un poco más su precio, pasando a costar 9,5 millones de dólares.

Pero que Elon Musk estuviese dispuesto a deshacerse de la mansión elevando un poco su coste no significaba que fuese a venderla a cualquier precio. Su idea inicial seguía escrita en piedra y, sin prisas por encontrar un comprador, sacó la vivienda al mercado con una condición: el legado de Wilder no debía mancharse, por lo que la casa no podría sufrir reformas que alterasen su estructura y quedaba terminantemente prohibido deshacerse de los objetos y muebles que hacían de la casa un particular museo sobre el actor.

Encontrar a alguien dispuesto a lidiar con todas esas condiciones, especialmente a ese precio, no iba a ser nada fácil, pero por suerte pasaba por allí una pareja que parecía reunir lo más importante para Musk, la disposición a mantener vivo ese legado. Jordan Walker-Pearlman, sobrino de Gene Wilder, ó con el multimillonario y CEO de Tesla para decirle que él y su esposa estarían encantados de cumplir ese papel.

El problema era que, pese a que frente a la primera condición no había sombra de dudas, con la segunda había un inconveniente mayor: ni el citado sobrino ni su esposa, Elizabeth Hunter, tenían suficiente dinero para pagar lo que se pedía por la casa. Estaba el vínculo, sí, pero no el dinero, así que Elon Musk realizó una de sus peculiares apuestas: no sólo rebajaría el precio de la casa, también les prestaría el dinero para poder formalizar la compra.

Uno de los peores negocios de Musk 1k3i39

Al multimillonario la idea de que un pariente de Wilder se quedase con la casa le resultaba de lo más atractiva, así que con la intención de recuperar el dinero poco a poco, accedió a bajar el precio de la propiedad hasta los 7 millones de dólares y llegó a un acuerdo para financiar la compra a la pareja. Los 6,7 millones de dólares que necesitaban para poder comprar la casa, salieron del propio bolsillo de Elon Musk en una maniobra cuando menos curiosa.

Lamentablemente la situación financiera de Walker-Pearlman y su esposa estaba lejos de ser la ideal y, para cuando se unieron las huelgas de guionistas de Hollywood con la pandemia, los retrasos en los pagos al crédito financiado por Elon Musk provocaron que el multimillonario se viera obligado a denunciar el incumplimiento de los acuerdos: o vendían y pagaban, o se iban. No ocurrió ninguna de las dos cosas.

En julio de 2024, con un precio medio de venta en Bel-Air de 4,2 millones de dólares, la pareja puso la casa a la venta por 12,95 millones y, viendo que no había nada que hacer, decidieron bajar el precio a 9,5 millones el pasado noviembre. Desde entonces nadie se ha interesado por la propiedad y Elon Musk no ha recibido el dinero.

Con la pareja aún en la casa, seis meses después de iniciarse el proceso de embargo, la propiedad ha sido retirada del mercado y será aún más difícil venderla. El propio Walker-Pearlman ha listado un acuerdo con el Condado de Los Ángeles mediante el que se prohíbe la destrucción o alteración de una casa considerada "legado histórico", lo que hace que no pueda ser alterada en el exterior. La única salida es que otro multimillonario fan de Wilder vuelva a repetir la jugada de Elon Musk, o que él mismo vuelva a comprar la que en esencia era ya su propia casa.

Imagen | Daniel Oberhaus

En 3DJuegos | "Ni la uso ni tengo interés": Elon Musk zanja de raíz todos los rumores de compra que le relacionan con TikTok

En 3DJuegos | Starlink, la gallina de los huevos de oro de Elon Musk, está a punto de chocar contra su propio éxito

\ '; var newsletterContainer = document.getElementById('newsletter'); newsletterContainer.insertBefore(form, newsletterContainer.firstChild); })();