Rubén Márquez
Editor - TriviaFrente al reto de demostrar hasta qué punto eres más inteligente que el resto, viene perlas tener a mano una prueba gráfica que destaque el nivel de excepcionalidad que atesoras. Por suerte para Elon Musk, ese documento es un test de aptitud de la Universidad de Pretoria, en Sudáfrica, donde alcanzó la máxima calificación tanto en operaciones computacionales como en programación.
La prueba compartida por su madre, Maye Musk, destacaba cómo nadie hasta el momento había alcanzado esa calificación. Tal y como recogía el propio Musk: "Me dijeron que tenía la mejor puntuación de aptitud en ingeniería que habían visto nunca. En otras palabras, no está mal para un humano, como podría decir una futura IA". Lo que tanto la orgullosa madre como el multimillonario parecen desconocer es que el vicio preferido del CEO puede reducir hasta en 10 puntos su coeficiente intelectual.
Cómo se mide el CI de un genio 1q356y
Midiéndose a través de una serie de pruebas que analizan habilidades de análisis, lógica, percepción espacial o incluso procesamiento verbal, el coeficiente intelectual se considera una medida relativamente estable. Es, por así decirlo, lo más equivalente que tenemos a saber cómo somos de inteligentes en comparación con el resto.
Cabe destacar que el concepto de inteligencia es a menudo una construcción abstracta. Una prueba de coeficiente intelectual demuestra hasta qué punto eres bueno haciendo pruebas de coeficiente intelectual, pero aunque no es una verdad absoluta y depende en gran medida de la educación previa que hayas recibido, es el mejor acercamiento que tenemos para segmentar a la población o detectar que un crío puede estar por encima de la media.
Digamos que, aunque al enfrentarnos a este tipo de pruebas la mayoría estamos en una media de puntuación de entre 85 y 115, es fácil adivinar, no sólo por el citado examen sino también por comentarios similares, que en aquella época Elon Musk habría estado en el 2,5% de la población que queda por encima de 130 puntos. Lo de “en aquella época” no está colocado ahí al azar.
El tema es que, pese a que Elon Musk parece haber demostrado habilidades cognitivas excepcionales desde joven, siendo ese examen universitario de récord el mejor ejemplo de ello, lo que la población general suele desconocer es que el coeficiente intelectual no es eterno. Hay factores que, con el tiempo, pueden reducir drásticamente nuestras capacidades y, de hecho, el multimillonario podría marcar muchas de esas casillas.
La obsesión de Elon Musk que reduce su coeficiente intelectual 586y5m
Si de algo alardea Elon Musk casi a diario es de lo mucho que trabaja, un vicio que trae consigo varios problemas asociados en lo que se refiere a ver menguada la capacidad intelectual. El CEO ha reconocido en varias ocasiones, por ejemplo, que duerme poco. Según un estudio británico del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad de Loughborough demostró que afectaba a la capacidad de racionalismo, a la coherencia lingüística y reducía el coeficiente intelectual.
Sumemos factores de riesgo adicionales como una dieta poco saludable capaz de acelerar el envejecimiento del cerebro, la falta de actividad física que ha demostrado ser clave para reducir el rendimiento académico en los jóvenes, o el estrés prolongado y su capacidad de, mediante modificaciones químicas, alterar el funcionamiento del cerebro de forma negativa.
Pero si hay una línea roja clave que destacan este tipo de estudios, una capaz de reducir el coeficiente intelectual hasta en 10 puntos, esa es la del vicio de Elon Musk por excelencia. Equiparable al efecto de no dormir durante una noche, y aún peor que estar bajo los efectos de sustancias blandas, un estudio de la Universidad de Londres demostró que la multitarea es, probablemente, una de las actividades más nocivas para la inteligencia y la productividad.
Al frente de seis empresas multimillonarias como son SpaceX, Tesla, xAI, Neuralink, X y The Boring Company, el nivel de tareas simultáneas al que se enfrenta Elon Musk casi a diario son una fuente de ansiedad y cortisol capaz de nublar la mente y conseguir que funcione un 40% por debajo de sus posibilidades. Lo peor de todo es que, además, el multitasking genera una adicción de dopamina que empuja al cerebro a buscar cada vez más desafíos y nos engaña haciéndonos creer que estamos completándolos a la perfección.
Ver a Elon Musk sumarse cada vez a más y más retos, queriendo controlar desde la conquista del espacio hasta la salvación de las finanzas gubernamentales, parece el perfecto ejemplo de hasta qué punto ese acercamiento parece de lo más acertado. Viendo cómo a mayor número de retos peor le va con sus resultados, termina de confirmarlo.
Imagen | Dvids
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