Si de algo pueden presumir los desarrolladores indie, es que no tienen ninguna restricción a la hora de crear sus proyectos. Por ello, son muchos los que deciden explorar los límites de los videojuegos con combinaciones de géneros extravagantes o experimentando con los valores internos. Y esto es lo que ha hecho Tyler Glaiel con su propio título: romperlo a propósito para conseguir un resultado de lo más particular.
No hablamos precisamente de un desconocido en la industria indie, sino del responsable de Mewgenics, alterando significativamente uno de sus valores internos; esta acción, como muestra el creativo en su cuenta de X, provoca que una de las moscas de su título estalle en una amalgama exagerada de huesos, vísceras y sangre.
Los desarrolladores indie se han unido a la moda provocando escenas locas
Y aquí no termina la experimentación de Glaiel, pues el desarrollador ha animado a otros creadores indie a seguir su ejemplo: "Si actualmente estás trabajando en un videojuego, tómate un breve descanso, elige un número en tu código o tus archivos de datos, multiplícalo por 1.000 y publica los resultados". En respuesta, decenas de profesionales han mostrado escenas totalmente locas en sus propios títulos. Y todos parecen pasárselo en grande.
Un Buckshot Roulette con decenas de cartuchos de escopeta, una partida brutal de Balatro, cientos de cerdos hostiles en Cat Quest III, un campamento lleno de heces en Cult of the Lamb… Esto es lo que se consigue multiplicando un dato por 1.000. Desde luego, no son más que pequeños experimentos que no llegarán a la versión final de cada videojuego, pero sirve para recordar que los desarrolladores indie pueden sacar ideas de cualquier parte, incluso de una alteración exagerada de valores.