Si esta semana te está abrumando, no te preocupes; tengo el juego perfecto para ti según tu estado de ánimo

Cada semana somos una persona distinta. Hay lunes que empezamos con energía y domingos que solo queremos desaparecer bajo una manta. Días en los que necesitamos ordenar, otros en los que necesitamos evadirnos. Y, entre todo ese vaivén emocional, ¿qué mejor refugio que un cozy game? Esos juegos lentos, amables, pensados para reconfortarnos sin pedir nada a cambio, se han convertido en una suerte de refugio digital para el alma. En esta edición especial "café y mantita", te propongo un cozy game para cada estado de ánimo. Porque no hay problema demasiado grande que no se alivie un poco con buena música, una taza caliente… y un juego que te deje respirar.

Cuando solo quieres existir (y que todo vaya bien)

Hay semanas que te exigen demasiado. La batería social se agota, y lo único que quieres es algo que no te pida nada, que no te juzgue si no riegas tus plantas virtuales o si dejas la pantalla pausada durante media hora. Para esos días, hay juegos como Dorfromantik, donde el único objetivo es construir un paisaje armonioso pieza a pieza. No hay tiempo, no hay nada urgente. Solo tú, unos azulejos hexagonales y la paz.

Lo mismo ocurre con Lushfoil Photography Sim, una de las propuestas más contemplativas —y preciosas a nivel artístico— que hemos visto en los últimos tiempos. En este caso ni siquiera tienes que construir nada. Solo andar, observar y hacer fotos en paisajes tan cuidados que parecen salidos de un documental de la BBC. El juego no te recompensa con puntos, sino con la calma más absoluta y la sensación de estar lejos del caos digital.

¿Prefieres el pixel art? Entonces prueba con A Short Hike, una joya indie que dura apenas unas horas pero ofrece una experiencia transformadora. Aquí solo hay una colina, un protagonista-pajarito más que entrañable y el deseo de llegar a la cima mientras hablas con otros animales y te pierdes en el viento. Es el cozy game de los momentos liminales: los ratos entre decisiones, entre etapas.

Si lo que necesitas es sentir que construyes algo bonito

Hay un tipo de satisfacción que solo da la rutina en los juegos cozy. Levantarte, regar las plantas, hablar con tus vecinos, hacer cambios en tu casa y repetirlo mañana con alguna pequeña mejora. Son mecánicas suaves que nos despiertan una ilusión de progreso, algo reconfortante cuando todo lo demás parece un caos.

Tom Nook frotándose las manos. Hoy es un refugio para el diseño, la creatividad o simplemente sentarte en un banco a ver caer las hojas otoñales.

Pero si quieres algo con más narrativa sin renunciar al control, Spirittea podría ser lo tuyo. Es como mezclar Stardew Valley con un estudio Ghibli: gestionas un balneario para espíritus y solucionas los problemas del más allá mientras haces la colada. La mezcla de lo cotidiano con lo fantástico te hace sentir que lo pequeño también importa, que hay belleza en ayudar a un fantasma a recordar su sabor favorito de ramen.

Otra gran opción es Garden Galaxy, un juego donde literalmente construyes tu pequeño jardín flotante con piezas aleatorias. Puede sonar simple, pero es el tipo de juego que desbloquea esa parte de ti que coleccionaba pegatinas en primaria y las cambiaba con sus amigos durante los recreos. Aquí, la decoración es el objetivo, y el diseño es el juego.

Cuando necesitas desconectar de tu mundo... y sumergirte en otro

Hay días en que estar en tu habitación no basta. Quieres irte lejos, a una isla mágica, a una ciudad encantada o a un planeta inventado. Para eso están los cozy games con un toque de aventura o fantasía, que no sacrifican la tranquilidad pero sí ofrecen un mundo que pide ser explorado.

Moonstone Island es mi mejor recomendación en este sentido. Mezcla de Pokémon, deckbuilding y Stardew Valley, pero en islas flotantes. Aquí puedes plantar, explorar mazmorras, hacer amigos (o algo más, guiño guiño) y entrenar a tus criaturas con cartas en lugar de comandos. Es un cozy con personalidad, ideal si quieres algo relajado pero no quieres aburrirte. Además, el apartado visual es extremadamente adorable.

¿Te va más el pixel art con historia profunda? Entonces Eastshade podría ser tu nuevo favorito. Juegas como un pintor viajero que explora un mundo fantástico lleno de criaturas humanoides mientras retratas paisajes y descubres secretos. El juego no tiene combate, y su foco está en las conversaciones, las misiones emocionales y el arte. Es para cuando quieres viajar sin hacer la maleta.

Y si lo que te apetece es un toque más mágico, prueba con The Garden Path. Este juego mezcla jardinería, relaciones con personajes-vegetales y un ciclo de tiempo real que hace que cada día tenga su propio encanto. Es tan bonito que duele, y es perfecto para esos momentos donde necesitas un poco de belleza sin sobresaltos.

Para los días de alegría pura: “A Little to the Left”

Cuando estás de buen humor, lo único que quieres es mantener ese estado de flow con algo bonito, sencillo y agradable. A Little to the Left es exactamente eso: una experiencia estética y calmada donde organizas objetos del hogar siguiendo patrones visuales y de simetría. Lo mejor es que no siempre hay una única solución, así que puedes dejarte llevar por tu instinto sin presión. Su apartado artístico es tan suave como la sensación de tener la casa limpia un sábado por la mañana. Y si a mitad de partida un gato travieso desordena todo… pues también te ríes. Porque hoy estás feliz, y nada lo va a estropear. También es un juego perfecto si estás teniendo ansiedad y necesitas concentrar tu atención en algo calmado y que te requiera de una participación activa. Ordenar y ver cómo se va poniendo todo en su sitio, con armonía, ayuda muchísimo a desconectar y a focalizar nuestra atención, calmando nuestra mente.

Lo interesante de los cozy games es que no son solo un género, sino que son espacios de respiro, de pausa. Y lo mejor es que puedes tener uno para cada estado de ánimo. En todos ellos, el cozy no es una etiqueta, sino una respuesta emocional. Así que esta semana, hazte un té, coge la manta —finita, que en algunos sitios el calor ya pega fuerte— y deja que tu mood elija el juego. Porque a veces, lo más revolucionario que puedes hacer en el mundo del videojuego es… simplemente descansar y ordenar tus ideas.

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