A día de hoy resulta muy difícil pensar en Harry Potter. En ambas sagas el actor dejó huella interpretando de forma magistral tanto al comisario James Gordon como a Sirius Black respectivamente. Sus papales fueron inolvidable y se hicieron con el cariño de millones de fans en todo el mundo, pero también fue visto como un un regalo del cielo por la estrella de Hollywood.
Durante una entrevista en The Drew Barrymore Show, Oldman explicó cómo su fichaje por ambas franquicias de Warner Bros. le salvaron a nivel personal y profesional en un momento muy complicado de su vida a comienzos de siglo: "Doy gracias a Dios por Harry Potter. Por Harry Potter y por Batman. Realmente me salvaron, porque significaba que podía hacer la menor cantidad de trabajo por la mayor cantidad de dinero y luego estar en casa con los niños".
"Tuve que rechazar muchos trabajos"
Si bien el actor llevaba ya varios años participando en producción del más alto nivel, por ejemplo la mítica Perdidos en el espacio (1998) de la que tenemos pendiente hablar, la entrada en el nuevo milenio le puso muy difícil participar en muchos proyectos que se estaban gestando. "A los 42 años, me desperté divorciado y con la custodia de dos hijos. Lidiar con eso fue complicado porque hubo un cambio en la industria con muchas producciones llevando su producción a Budapest, Praga, Australia, etc. Entonces tuve que rechazar muchos trabajos".
Fue entonces cuando llegó Batman y Harry Potter, permitiéndole, en el caso de la trilogía de Nolan por ejemplo, estar en casa la mayor parte de la semana. " De no haber sido así, habría sentido que mis hijos estaban siendo criados por una niñera". El resto es historia, Oldman lo clavó en sus papeles en ambas sagas y se mantuvo en la cresta de la ola para poder seguir aceptando hasta hoy grandes papeles en Hollywood, incluido El instante más oscuro que le valió un Oscar.
La saga Harry Potter puede verse al completo por HBO Max, mientras la trilogía de El caballero oscuro de Christopher Nolan está también disponible en Netflix.