Para algunos tiene uno de los finales más absurdos vistos en años, para otros termina de 10. Yo ya me he acabado 1923 y me decanto más por lo segundo

Soy muy fan del universo Yellowstone, y eso que en España durante varios años fue bastante complicado seguir la serie original. Por suerte, con el desembarco en el país de SkyShowtime todo esto pasó a ser historia y no solo pudimos ponernos al día con el neo-western protagonizado por Kevin Costner, sino que encima nos dejaron ver sus precuelas, aún más entretenidas y recomendables si cabe. De la primera de ellas, 1883, os hablé en su momento, ahora toca hacerlo de 1923.

Si con 1883 conocimos cómo los Dutton llegaron a Montana y se establecieron ahí no sin antes pasar por un montón de penalidades, aprovechando para mostrar por el camino la determinación, la resiliencia y la tragedia que marcaron la conquista del Oeste de muchos norteamericanos, con 1923 tenemos algo más parecido a la serie principal en el que los "antepasados" de Kevin Costner deben luchar contra aquellos que le quieren quitar sus tierras. Aunque el tono, eso sí, vuelve a ser dramático, muy dramático, esta vez con algo de romance y un villano odioso.

Con Harrison Ford todo gusta más, y más en el Oeste

En realidad esta segunda precuela de Yellowstone se compone de dos historias separadas por miles de kilómetros de distancia. Una ocurre en África, donde el candidato a Batman, Brandon Sklenar (Spencer Dutton) se gana la vida cazando grandes animales, tras presenciar los horrores de la Primera Guerra Mundial, y se enamora de un joven británica de alta cuna que le seguirá a todas partes. Mientras en Montana tenemos al resto de su familia, con sus tíos Harrison Ford (Jacob) y Helen Mirren (Cara) haciendo de esta ficción un wéstern que difícilmente podría haber sido mejor interpretado, y que tendrán que hacer frente a la necesidad de pastores vecinos (Jerome Flynn, Juego de Tronos) y empresarios sin escrúpulos (Timothy Dalton, que quizás recuerdes por haber sido James Bond en los 80).

La primera trama es rica en aventuras y supervivencia, con mucho romance que hará de esta serie un melodrama ideal para un grupo nutrido de espectadores. La segunda historia es más puro wéstern, con tiroteos mortales, caballos a galope, vaqueros, sheriffs, forajidos y grandes llanuras. Ambos arcos narrativos terminan por chocar en la segunda temporada con el duro invierno como estrella invitada, creando una serie que entra bien por los ojos, pero que también te hará llorar.

Un final que no está entusiasmando a todo el mundo

Y te hará llorar hasta el final con un cierre que a algunos no le ha gustado mucho cargado, eso sí, de momentos épicos y mucha, mucha acción. Es más, hay quien afirma que este desenlace es uno de los más absurdos que ha visto en años. Como este tema está libre de spoilers no lo mencionaré, pero puedes leer un post en Reddit que resume un poco el sentir general de una parte de la audiencia. Yo no estoy del todo de acuerdo con este punto de vista, pero sí que es cierto que tanta barra libre en los últimos minutos contradice un poco la serie que vimos. Tampoco coincido con quienes critican cierta muerte como innecesaria, tiene su lógica dentro del viaje. Sea como fuere, lo cierto es que a día de hoy cuenta con un 9,4/10 en IMDb. No estamos así ante otro final impopular a lo Juego de Tronos.

Por último, también tenemos una tercera trama protagonizada por Aminah Nieves (Teonna Rainwater) que no encaja tanto con las otras dos, pero que agradecerán todos aquellos espectadores que vengan del programa original ya que narra los también complicados orígenes de otro personaje habitual de Yellowstone, y permite arrojar algo más de luz sobre la situación de los nativos americanos.

En resumen, 1923 es un muy dramático wéstern rico en secuencias de acción, aventura y supervivencia con una subtrama romántica de por medio que destaca por tener un elenco digno de un premio Oscar que se siente como pez en el agua en este género, dando vida a personajes muy bien desarrollados, y que consigue emocionar hasta último hora mostrando un momento de la historia de EE.UU.

Quizás un poco sombría, que me impide recomendarla a todo el mundo, pero con suficiente empuje para gustar y muchos a otros espectadores que ya esperan los próximos spin-offs de este universo. Y sí, los habrá. Se espera que otra precuela ambientada en 1944 donde veremos algunos personajes de 1923 regresar. Para el año que viene, además, está The Madison, situada en plena actualidad.

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