Más de 30 horas con esta aventura de fantasía no son suficientes para un análisis, pero sí te puedo garantizar que Blades of Fire es un juego valiente con un combate genial

Más de 30 horas con esta aventura de fantasía no son suficientes para un análisis, pero sí te puedo garantizar que Blades of Fire es un juego valiente con un combate genial

Jugamos a fondo Blades of Fire para contaros por qué nos ha gustado tanto el nuevo juego de Mercury Steam

Facebook Twitter Flipboard E-mail
Blades Of Fire
adrian-suarez

Adrián Suárez

Colaborador

Menudo sorpresón me he llevado con Blades of Fire. Yo creía que iba a ser un SoulsLike más, pero qué equivocado estaba. Desde que el juego llegó a mis manos no me he despegado de él. Y como Blades of Fire está llenísimo de secretos, de recovecos, de jefes secretos, de armas que hacer y de cositas que encontrar, le he pedido al jefe que me lo deje jugar con calma, y eso es lo que estoy haciendo. Al escribir estas líneas llevó ya 30 horas con él y aún me queda mucho viaje por delante antes de traeros mi análisis definitivo con todo jugado como se debe. En este texto os quiero compartir mi experiencia por ahora, y sí, os confirmo que es un juego que merece la pena tanto que no es buena idea jugarlo deprisa.

La razón principal por la que Blades of Fire me está encantando es porque tiene ese rollo tan de viaje de aventuras que yo echaba tanto de menos. Los God of War recientes más o menos lo tienen, pero no es lo mismo. En el nuevo título de Mercury Steam manejamos a Aran de Lira y lo acompaña el joven Adso. Ambos viven en un mundo creado hace muchísimo tiempo por los forjadores. Hicieron el mundo con sus martillos mágicos, como quien forja un arma. Así crearon a las personas, a los animales y a las montañas. Cuando terminaron su trabajo le concedieron el acero a los humanos para que siguieran ellos con su labor.

Y aquí se lío. Apareció en escena Nerea, una reina malvada que con su poder transformó todo el acero en piedra pesadísima salvo el que ella misma usa para darle armas a sus soldados. Así conquistó el mundo y llegó el desastre. Pero un buen día, uno de los martillos de los forjadores cae en manos de Aran de Lira. Pudiendo volver a crear armas, decide viajar hasta el encuentro de la reina y cortarle la cabeza. Adso le acompaña ya que él entiende la lengua de los forjadores y sabe muchos hechizos útiles.

Blades Of Fire 20250514230329

El mundo de Blades of Fire está chulísimo

Así comienza un viaje por un mundo dividido en regiones enormes. Estas regiones no son mundos abiertos como los de Zelda: Breath of the Wild, son la unión de varias zonas con muchas subzonas muy bien diseñadas como niveles propios, pero todo se siente como un escenario único y muy bien cohesionado. Blades of Fire tiene un lore riquísimo, y Adso siempre está dispuesto a contárnoslo. A medida que matamos enemigos, que charlamos con un rey o llegamos a un nuevo lugar, toma notas que va ampliando y nos las explica.

Tanto la relación de estos dos como la que construimos con todos los personajes que nos encontramos y también el diseño artístico de Blades of Fire es espectacular

Tanto la relación de estos dos como la que construimos con todos los personajes que nos encontramos y también el diseño artístico de Blades of Fire es espectacular. ¿Recordáis cómo Mercury Steam reimaginó Castlevania? Pues es ese rollo pero llevado al extremo. Las criaturas de su relato de fantasía molan muchísimo, y también los artefactos, los chismes y los monstruos. Jugar a Blades of Fire es sentir que estás metido dentro de una franquicia nueva de fantasía con vocación de ser importante. No es que la historia sea buenísima, el mérito se lo llevan todo los estupendos personajes y los mitos de su mundom ahí está la chicha. Es algo parecido a lo que ocurre con El Señor de los Anillos.

Pero un videojuego no es bueno solo por su lore, lo es por su jugabilidad. Lo que más me ha llamado la atención de Blades of Fire, y el motivo por el que esté tan enganchado es su sentido de la exploración. Cada zona a la que llegamos es un laberinto a su manera. En esto se parece mucho a Blade: The Edge of Darkness. Olvídate de seguir un punto de luz para encontrar al jefe o usar una visión de detective, aquí no hay linealidad, marcadores mágicos ni atajos. Si entras en la fortaleza de un enemigo, el diseño de escenarios se asegura de que entiendas que el villano te quiere matar, que a ti te toca irte como puedas y que será difícil.

Blades Of Fire 20250512213730

Blades of Fire recupera el sentido de la exploración reto de los dungeons de siempre

Eso te obligará a abrir muy a menudo el mapa mudo, a escuchar a Adso, a buscar recovecos, cuerdas que cuelgan de una ventana y mil cositas más para huir. Blades of Fire se aprovecha de que tiene graficazos y de que es precioso. Le gusta que te subas a un tejado para mirar el escenario para orientarte. Cuando lo haces, presume de sus partículas y de lo fluido que se muevee todo. Es decir, toda esa buena dirección artística no es solo para ser muy bonito, es parte de la jugabilidad y el gamefeel.

Toda esa buena dirección artística no es solo para ser muy bonito, es parte de la jugabilidad y el gamefeel

De todos modos, tengo muy claro que esto puede desesperar a todos los que busquen experiencias más directas, pero a mí me ha dado la vida. No me sorprenderá ni lo más mínimo que haya medios o jugadores que lo castiguen por esto. Yo solo os pido que le deis al juego el tiempo que os pide. Es precisamente por esto por lo que me he negado a analizar este juego corriendo, porque si te lo juegas corriendo lo estropeas. Ojo a cuando lleguéis a la Fortaleza Carmesí. Esta zona es la gran prueba de fuego, cuesta muchísimo entender cómo escapar de ella. Eso sí, cuando tu mente hace "clic" y entiende cómo, te juro que ya no querrás jugar a nada lineal o guiado jamás. Esta es la clave del diseño de Blades of Fire. Todo cuesta esfuerzo, todo parece un rollazo al principio, pero luego te enamora y te atrapa sin soltarte.

Por un lado están esos escenarios de los que cuesta escapar y cuyos callejones sin salida te llevan a secretos y a desafíos muy chulos, pero esta complejidad que luego se agradece también está en las armas. Aran de Lira no puede robar espadas ajenas porque cuando sus enemigos dejan caer el acero, este se convierte en piedra. Él tiene que fabricarlo todo. Así que cada martillo, hachas, dagas, catanas, picos de guerra, etc., que usamos tiene que hacerse en la forja. Hay muchísima variedad de armas y muchas maneras de adaptarlas a tu estilo de juego, pero hay que currárselo.

Blades Of Fire 20250512214254

Crear armas cuesta trabajo, pero es muy gratificante

Así que toca recopilar materiales y luego elegir cómo queremos invertirlos en el filo, la empuñadura, el pomo y hasta en la guarda. Eso modifica todo lo que fabricamos. Hay que pasar por un minijuego de forja que detesté muchísimo la primera vez que lo hice y luego adoré. Si lo resolvemos bien, nuestro arma podrá repararse un número máximo de veces. Si lo hacemos mal, no aguantará mucho. Porque las armas se desgastan y si mueres se te cae el arma que estabas usando al suelo, así que hay que regresar a por ella desde el último punto de guardado.

Dicho así, diréis: "¡menudo rollazo!" Pero eso lo pensaréis tras las primeras cinco horas, luego os encantará saber que cada arma tiene un nombre y que se vuelve famosa a medida que la usamos, que puedes llevar hasta cuatro equipadas y que requiere mucha estrategia saber cuál elegimos para luchar con cada enemigo. Que Adso, cuando entiende cómo pelea un enemigo al que hemos matado mucho, nos dibuja un pergamino de forja para crear sus armas… Y que tenemos que elegir a qué parte del cuerpo golpear y cómo combinar nuestros golpes para que nuestra estamina no se esfume. También se agradece que cada vez que forjas un arma de manera perfecta, no hay que repetir el minijuego para ese tipo de arma.

¿Eso quiere decir que Blades of Fire es un SoulsLike? Eso es justo lo que yo pensé al empezar a jugarlo, pero para nada

Es decir, la exploración es muy profunda, el combate también y el crafting es una delicia. Y lo genial es que todas estas decisiones de diseño tienen un corazón muy retro. Se nota que Mercury Steam tiene muchas ganas de reivindicar cómo eran los juegos antes, y Blades of Fire adapta esa manera de diseñar a la actualidad. ¿No estás harto de videojuegos que te dicen a las claras que quieren que ganes? Este no es así. Todo hay que ganárselo, y eso me tiene viciadísimo.  ¿Eso quiere decir que Blades of Fire es un SoulsLike? Eso es justo lo que yo pensé al empezar a jugarlo, pero para nada. Aquí no subimos de nivel ni nos preocupamos de escalar en fuerza o destreza. En Blades of Fire forjamos armas y encontramos piedras que hacen crecer nuestra barra de vida y estamina, también pergaminos que nos permiten usar más pociones y que sean más efectivas. No hay objetos a utilizar ni farmeo para subir de nivel.

Blades Of Fire 20250513214355

No, Blades of Fire no es un SoulsLike, ni falta que le hace

Tampoco hay jefes imposibles de derrotar. Hay que saber hacer parries y esquivas. Las armas tienen su peso y los enemigos sus debilidades, pero no exige ese nivel de sacrificio y paciencia. Aquí la dificultad está en la exploración, no en intentar veinte veces matar a un jefe hasta que se logra. Ya que hablamos de los jefes finales, hay algunas que son muy espectaculares, con varias fases intercaladas con escenas cinemáticas y momentos muy épicos.

Blades of Fire es un videojuego de aventuras con un sentido de la exploración, un combate y un crafting muy propio

Lo que sí tiene de los Souls es un yunque que hace las veces de hoguera. En él descansamos, reparamos las armas y viajamos a la forja. Al curarnos, se regenera el uso de nuestras pociones y muchos enemigos (no todos) vuelven a la vida. Por eso, quítate de la cabeza que Blades of Fire sea un Souls, es un videojuego de aventuras con un sentido de la exploración, un combate y un crafting muy propio, espectacular y precioso en lo artístico y con unos personajes adorables.

Blades Of Fire 20250507214045

¿Esto quiere decir que Blades of Fire es perfecto? No, tiene sus cosillas, claro. Hay veces que da la impresión de que el juego fuerza algo el backtracking o ciertas escenas para alargar su duración. Hay algún bug. El juego me ha matado un par de veces por quedarme enganchado en una esquina, y tampoco es siempre muy claro acerca de qué caída te mata y cuál tienes que hacer para poder salir de una mazmorra. Los personajes hablan mucho. Todo está en inglés con subtítulos al español bien localizados, pero a veces Adso se hace un pelín pesado.

Pero todo estos son nimiedades. Blades of Fire se coloca junto con Khazan: The First Berserker en mi lista de grandes descubrimientos de 2025. Seguiré jugándolo con calma y cuando le eche las 60 horas que creo que me pedirá, le escribiré otro texto para ver cómo termina todo. Por ahora solo puedo felicitar a Mercury Steam por haber traído de vuelta estas sensaciones tan de videojuego de aventuras de antes y haberlo hecho tan bien.

En 3DJuegos | A uno de mis Final Fantasy favoritos le han metido una estética oscura, brujas y combates de los que hacen sufrir. El resultado es Prelude Dark Pain

En 3DJuegos | "Estropearía la experiencia". Capcom ha tomado la decisión más valiente con uno de sus juegos de acción más difíciles

En 3DJuegos | Este RPG es mucho más oscuro de lo que aparenta y demuestra que no siempre hacen falta juegos de 60 horas. Análisis de Maliki: Poison of the Past