Se basa en la mejor idea de uno de los peores juegos que he jugado. Es más que suficiente para entregar una aventura de fantasía ideal para Game

Se basa en la mejor idea de uno de los peores juegos que he jugado. Es más que suficiente para entregar una aventura de fantasía ideal para Game

Tiene a Zelda y Monster Hunter de inspiraciones, pero no acaba de rematar la jugada

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Eternal Strands
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José A. Mateo Albuerne

Jefe de Actualidad
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José A. Mateo Albuerne

Jefe de Actualidad

Muchos de los mejores videojuegos nacen de una gran premisa, pero eso no implica que todo esté hecho. El arte del desarrollo es complejo y requiere de responder multitud de preguntas a problemas que aparecen a diario durante trabajos que duran años. Eso hace que se pueda perder el foco de esa idea primigenia tan buena, o que una vez que te pones a darle forma, no salga o no sea posible que salga esa visión tan preclara que tenías cuando empezaste.

Eternal Strands nace de una idea muy atractiva: usar las físicas y los elementos para crear una jugabilidad donde el tiene un rol tremendamente activo y creativo. Esto es así porque el personaje hace uso de magias de fuego o hielo con diversas aplicaciones, pero también de telequinesis, confiriendo al título unas características propias del sandbox en su acepción más amplia, la de caja de juguetes.

Y sus referencias son muy obvias y atractivas. Tenemos cuestiones como un sistema de frío y calor, así como una escalada basada en aguante que claramente recuerdan a Monster Hunter. Un combo perfecto para un título que además llega de salida a Game , ¿no?.

Podría ser mucho más ambicioso

Después de una semana jugándolo, tengo dos apreciaciones que pueden parecer contrapuestas, pero nada más lejos de la realidad. Por un lado, he de decir que me lo he pasado genial explorando sus mapas relativamente abiertos, descubriendo nuevos poderes mágicos y mejorando mi equipamiento. Pero por otro, tengo que reconocer que Eternal Strands es un juego que se queda a mitad del camino y que resulta ser menos ambicioso de lo que podría con los mimbres que tiene.

Eternal Strands Los enemigos gigantes son temibles.

Un equipo de en torno a 60 personas, destacando veteranos de Mass Effect y de Ubisoft, Immortals: Fenyx Rising. Tras jugarlo, constaté que ese no es el caso.

Sí, la estética, el uso de cierto grado de sistemicidad o tener cuestiones como el escalado basado en aguante, nos recuerda al mundo abierto basado en la mitología griega. Pero lo cierto es que no se encuentra su espíritu, ese que se valía de sus herramientas para alumbrar puzles y desafíos que estaban entre lo reseñable y lo brillante. De hecho, aquí apenas hay puzles y las soluciones presentadas son tan burdas como presentarte un candelero que hace algo al encenderse, poniéndote una fuente de fuego al lado.

Toma nota de un juego denostado

Eternal Strands le hace preguntas al jugador como "¿qué harás para derrotar a ese enemigo?" o "¿cómo vas a atravesar esta zona helada?", y ofrece herramientas con las que pueda buscar respuestas. Idealmente podría ser atrapar a un enemigo en un muro de hielo y disparar flechas desde lejos, o farmear recursos para crear ropa que abrigue y no morir de frío. Pero la realidad es que estas técnicas son menos efectivas que abusar de la telequinesis para lanzar objetos explosivos o hacer uso de las pociones contra las temperaturas extremas que se rellenan de forma automática en base.

Eternal Strands A veces se crean estampas muy bonitas en el juego.

Es una pena porque Eternal Strands tiene un diseño de niveles atractivo y variado según en el pequeño mapa abierto en el que estemos, una estética que podemos tener relativamente vista pero que funciona, y unas herramientas al alcance del jugador a priori interesantes. Pero la suma de las partes no es necesariamente superior a cada una de ellas.

Y eso que más de una de sus partes es genial. A veces pensamos que los juegos "malos" o con una consideración de fracasos no tienen buenas ideas, pero no es cierto. Biomutant, aunque está considerado a día de hoy casi de forma unánime como un mal juego, tenía un sistema de personalización de armas brillante. Según las piezas usadas, las características del equipo resultante variaban dramáticamente, ofreciendo estilos de juego completamente distintos.

Eternal Strands hace un poco eso mismo con su equipamiento. Tanto las armas como las piezas de armadura/vestimenta se crean en base a diseños, necesitando cierta cantidad de recursos minerales, madera y tela, por ejemplo. A medida que avancemos, veremos cómo conseguimos diversos tipos de todas estas categorías, según su procedencia. Pues bien, según usemos unos materiales u otros, podemos conferir características protectoras contra el frío a unas botas, mejorar el ataque de una espada, o bajar el peso total de un arco.

El uso de los recursos es inteligente

Esto crea un bucle de progresión muy interesante y que relaciona tu estilo de juego con objetivos dinámicos de farmeo o descubrimiento de materiales paralelos a las misiones principales o secundarias. Además cuenta con un sistema que te permite intercambiar materiales del equipo sin perder los anteriores en el proceso, así como desmontar las piezas que ya no quieras usar. Un acierto enorme que hace mejor a Eternal Strands.

Eternal Strand Se crea algún momento chulo, como cuando se queman las escaleras de madera de una torre.

Además de los mapas abiertos con bastantes secretos como planos de armas y armaduras, enemigos de los que conseguir materiales y la buena cantidad de misiones que vamos recibiendo según avanza la historia, hay una parte capital que no hemos tocado aún y son los enemigos gigantes.

"Cada uno de los mapas abiertos cuenta con un enemigo gigante"

Cada uno de los mapas a los que accedemos cuenta con uno de ellos. En ocasiones son una especie de autómatas enormes, dragones, bestias aladas o monstruos con poderes. La dinámica de juego cambia, y pasamos a tener que usar otras mecánicas como la escalada o el golpeo de puntos débiles a lo Shadow of the Colossus.

La razón para querer acabar con estos enemigos, además de lo que supondréis que implica a nivel de materiales de crafteo de calidad, es que son la fuente de nuestros poderes. Podremos tanto desbloquear, como mejorar, poderes mágicos que añadir a nuestro arsenal. Tendremos desde lanzallamas, a minas de hielo, pasando por esa telequinesis que nos dan en el inicio de la partida.

Eternal Strands Trepar por un dragón mientras vuela es algo que sucede en Eternal Strands.

Para desbloquear los poderes, basta con vencer a estos grandes enemigos, pero para mejorarlos, es necesario extraer unos componentes que requieren de debilitarlos y de encaramarnos a ellos para arrancárselos durante ciertas fases de la pelea.

Esto añade un extra de dificultad y de dinámicas al combate, como yo mismo comprobé: acabé con mi primer dragón parapetándome tras un árbol y lanzándole piedras, pero necesité de un segundo duelo mucho más emocionante para arrancarle ese hilo mágico con el que potenciar mi habilidad de fuego.

Un divertimento ideal para Game

Cada uno de estos enemigos marca un hito importante y forman parte de los mejores momentos que te encontrarás en Eternal Strands, aunque no tengan la complejidad de un jefe de un Dark Souls en sus combos. Quizás por ello las peleas sean relativamente reiterativas para mi gusto, especialmente si quieres tener los poderes potenciados al máximo, pero añaden una variable más a la jugabilidad que se agradece mucho.

Eternal Strands Este tipo de conversaciones, con textos en inglés, no serán del gusto de todo el mundo.

Si hablamos de la historia, esta tiene que estar relacionada de forma obligatoria con el campamento que funciona como hub central. Ahí están los compañeros de viaje que nos servirán para explicarnos qué ha sucedido para que los seres con habilidades mágicas hayan sido mandados al ostracismo, así qué ha pasado en estas últimas décadas dentro del mundo de fantasía propuesto.

Más allá de lo bien o mal que pueda estar la narrativa, creo que no se beneficia de contar con una cinemática de apertura de animación 2D, unos diálogos que te presentan una estética "comiquera" y unas cinemáticas ocasionales con el motor del juego. Entiendo que el objetivo aquí es recortar desde el punto de vista económico, especialmente en los diálogos, pero esa inconsistencia no le acaba de venir bien a Eternal Strands.

Quizás la suma de todas sus partes no acabe por conformar algo memorable, o siquiera algo ideal con las herramientas tan potentes de las que hace gala, pero Eternal Strands ofrece una experiencia divertida, con un bucle de progresión bien ideado y unos mapas lo suficientemente atractivos como para querer seguir hasta poder explorar el que viene después. No te cambiará la vida, pero seguramente te lo pases muy bien.

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