La inagotable franquicia de Capcom celebra su décima entrega numerada con un legado clásico y mucha retro jugabilidad bañada de 8 bits. La inclusión de hasta tres personajes controlables, varios modos de juego y distinto contenido adicional, justifican la llegada de una entrega que, a pesar de basarse en los clásicos, sigue siendo tan divertida como siempre.
Para los aficionados que llegaron a jugar a los verdaderos Megaman de la época de NES, seguramente les haya llamado la atención la llegada de está décima entrega numerada de la serie. Sin embargo, otros jugadores que no hayan vivido las experiencias de Megaman en la 8 bits de Nintendo tendrán innumerables dudas sobre la decisión de Capcom de sacar una nueva entrega de la serie que no ofrece nada nuevo y que marca las mismas exigencias que hace 20 años, cuando la industria del videojuego se movía por otros caminos.
Keiji Inafune, al momento de crear a Megaman, no podía imaginar el legado que dibujaría sobre el tiempo, pincelando una de las franquicias más explotadas de la historia con más de 50 juegos de la serie. De hecho, la Nintendo NES vio nacer a este sencillo e inocente personaje en el año 1987, sucediéndose después hasta 6 entregas más para la 8 bits, y quedándonos los europeos sin recibir la sexta y con serios problemas para conseguir una de las pocas copias del cuarto y quinto juego por el cierre de Spaco.
Capcom fue duramente criticada cuando intentó renovar la serie con la séptima y octava entrega, con lo que tuvo que volver a sus raíces con el noveno juego, punto de inflexión de una serie que sólo tenía dos opciones: mantenerse fiel a una idea o morir. Gracias a la llegada de las distintas plataformas de descarga se ha dado un mayor sentido a las entregas de Megaman clásicas, saciando la sed de los nostálgicos.
De lado hemos dejado otras subseries como Megaman X, Legends, Battle Network, Zero, ZX o Star Force, algunas mezclando la ya enrevesada línea cronológica de la franquicia, y que además han sido criticadas por colapsar la serie, aunque en su favor muchas han aportado elementos nuevos.
Una vuelta a las raíces
En esencia, Megaman 10 es un juego de NES, creado intencionadamente y simplemente realizándose un homenaje a sí mismo. Un juego con la creatividad de antaño y las exigencias de hace dos décadas, pero que se ha adaptado a estos tiempos en su dificultad, en hacerse más accesible. Megaman 10 es más fácil, no sólo por incluir un nivel de dificultad bajo a nuestra elección -algo inaudito en la serie-, sino también porque sus niveles pecan de ser ligeramente más cortos, y porque la inclusión de personajes adicionales ayuda a abrirse mucho más al mercado masivo.
En lo que respecta al argumento, tenemos al denominado virus Roboenza sumiendo a la humanidad en un extraño miedo escénico. El virus afecta a los distintos robots, perturbando su funcionalidad e incluso llevándoles a la locura sin poder controlarlos. Por suerte, Megaman no está infectado y debe averiguar las razones de este brote sospechoso. El argumento volverá a encerrar en un círculo al Dr. Light y al Dr. Willy junto a otros personajes reconocidos que tendrán gran protagonismo como Proto Man y Bass.
Tres hombres y un destino
Para empezar, el modo historia nos permite jugar con Megaman o Proto Man, eligiendo uno de los tres niveles de dificultad. Nuestro deambular por el modo nos permitirá desbloquear logros y también dejar nuestras puntuaciones en la clasificación online, aunque en este caso sólo con Megaman. Volveremos a tener el clásico con 8 enemigos para poder afrontarlos en el orden que deseemos hasta que derrotemos a todos.
Cada uno de estos niveles muestra el ecosistema del enemigo robot final característico creado por el Dr. Willy y los aficionados. Y decimos aficionados porque desde hace tiempo la propia Capcom pregunta a sus seguidores ideas para crear nuevos robots, aunque en esta entrega su nivel de originalidad es realmente bajo comparado con entregas maestras inolvidables. Al derrotar al enemigo pertinente nos quedaremos con su habilidad especial que podremos usar siempre que tengamos materia para ejecutarla. Todos los enemigos tienen una habilidad de oposición, y dar con ella es parte de la gracia a la hora de afrontar los enfrentamientos en el juego.
En general los niveles de dificultad repercuten seriamente en el juego, ya que si elegimos el nivel fácil tendremos plataformas de salvación sobre abismos para no caernos, aunque por el contrario no podremos optar a colgar nuestras puntuaciones. Por otra parte, los demás niveles de dificultad incluyen más potencia en los impactos enemigos y dificultad en las plataformas. Eso sí, comparado con otros juegos de la serie, posiblemente Megaman 10 sea uno de los juegos más fáciles de la franquicia.
Ese nivel más moderado de dificultad viene ayudado por la tienda del juego, en la que se nos permite cambiar los tornillos conseguidos por vidas, barras de vitalidad, barras de materia para armas, personajes robóticos de ayuda y hasta un curioso cambio de look que, lejos de parecer anecdótico, nos permite desbloquear desafíos secretos si nos pasamos la fase con dicha apariencia.
No podemos olvidarnos del complemento de nuestro gran amigo Rush, el perro robot que nos permitirá alcanzar grandes alturas o bien sortear zonas volando sobre su lomo.
También tendremos un modo que promete ser ya un habitual, el Time Attack, donde podemos marcar nuestro tiempo record a la hora de terminar un nivel, y que seguramente medirá el grado de habilidad y destreza de los mejores jugadores con las altas puntuaciones.
Pero sin duda, los Desafíos (hasta 88), son quizás la apuesta más llamativa y conseguida del juego. Habrá niveles que sólo puedan ser desbloqueados satisfaciendo ciertas condiciones durante el modo historia, y otros simplemente estarán ahí, esperándonos, para ser superados. Algunos de ellos son muy sencillos e insulsos y otros unos verdaderos desafíos desesperantes, pero a su vez una buena piedra de toque para los interesados en experiencias de grandes proporciones en términos de dificultad.
El polémico contenido adicional
Otra novedad, discutible, es la apuesta de Capcom por el contenido descargable de Megaman 10 porque no es simplemente anecdótico, sino que aporta partes esenciales del juego. Si de inicio tenemos a Megaman y a Proto Man, con 200 puntos más podemos sumar también a Bass, el robot diseñado por el Dr. Willy. Cada personaje tiene un comportamiento diferente, así que Proto Man, además de llevar un escudo, es algo más frágil en los impactos pero puede recargar el disparo y hasta deslizarse. Por su parte Bass, puede disparar en siete direcciones y es mucho más rápido en sus acciones.
Aparte del personaje adicional, si queremos seguir usando puntos tenemos por 300 puntos Wii un modo de juego nuevo llamado Endless Attack, un nivel infinito en el que deberemos sobrevivir y llegar lo más lejos posible, siendo el propio juego el que marque nuestra distancia para posteriormente dejar dicho logro en las tablas online. Si queremos seguir usando puntos, tenemos 3 niveles más para el Time Attack por 100 puntos Wii cada uno.
Tecnología de 8 bits
En términos visuales Megaman 10 es un juego de NES creado de forma intencionada, sin intentar exprimir la memoria del servicio Wiiware ni tampoco en buscar ningún tipo de creatividad gráfica que sí han sabido escoger sabiamente otros juegos del servicio. Más de lo mismo ocurre son el sonido, un amplio abanico de sonidos característicos que nos harán sumergirnos en nuestros recuerdos de cuando un cartucho de plástico hacia realidad nuestros sueños, todo bajo temas inolvidables de la serie y otros remasterizados.
El control viene regido por la elección del wiimote en horizontal o bien el mando clásico, siendo más recomendado este último. El problema que vemos es a la hora de cambiar de armas, que no acaba de funcionar de forma muy fluida y que incluso puede interferir con los grandes enfrentamientos, obligándonos prácticamente a pausar la acción para conseguir por la vía rápida el arma que estamos buscando.
La escasa duración del modo historia, -apenas 2-3 horas-, queda compensado por otros modos como el Time Attack y sobre todo por los casi infinitos desafíos, pudiendo expandir mucho más la esencia del juego si hacemos uso del contenido adicional. Un juego realmente divertido, como casi todos de la serie, pero que siendo francos no aporta nada nuevo ni destacable a una serie que no ha podido todavía adaptarse a los tiempos actuales.
Megaman 10 resucita los clásicos juegos de la serie que se hicieron grandes en la 8 bits de Nintendo para continuar con una experiencia que parecía olvidada, pero que a pesar de los años sigue siendo tan divertida y desafiante como antaño. No aprovecha las técnicas visuales que sí hemos visto en otros juegos de Wiiware, ni tampoco innova mucho que digamos, ya que en esencia estamos ante un juego de hace 20 años en los tiempos actuales. Jugabilidad clásica con una dificultad actual: una fórmula que sigue divirtiendo.