Todos tenemos una imagen de Pikmin que tanto nos han fascinado. Le habéis visto bailando la jota, ataviado con la gorra de Luigi y sujetando la espada y escudo de Link. Pues eso.
No obstante, todo el mundo tiene un mal día o simplemente ocurre algo que lo saca de sus casillas para mostrar su lado menos agradable… también en el caso de Miyamoto. Como responsable de varios proyectos a lo largo de sus muchos años de trayectoria, uno puede imaginarse que estos momentos simplemente surgen. Es inevitable. No los vemos, pero sabemos que el gurú es un creador exigente, que solo se conforma con la máxima calidad. Esta es la historia de uno de esos momentos, y alguien pudo verlo: un periodista de Game Informer que estuvo presente en la presentación de unos de los títulos más importantes de Nintendo.
Un bug fatal en la presentación de Zelda: Wind Waker
Todo sucedió en el E3 2002, en un hotel de Los Angeles. Allí se celebraba la conferencia de prensa anual para dar a conocer las últimas novedades de Nintendo. Tanto Super Mario Sunshine. Sin embargo, había uno especialmente importante para la Gran N, principalmente por la controversia que había generado su anuncio.

Zelda: Wind Waker fue un videojuego duramente criticado por los fans antes de su lanzamiento. El cambio en la dirección artística, más tendente hacia un estilo toon, no fue del agrado de los s que esperaban un tono más serio y realista. En esta situación, Nintendo no podía permitirse ningún error… pero ocurrió. Miyamoto presentó el juego con el controlador en la mano, mostrando el interior de una mazmorra y algunas de las acciones de Link. En un momento determinado, el gurú derrotaba a un Bokoblin, y debía apropiarse de su sable para abrirse paso a través de una barricada de madera. Pero inexplicablemente el arma no aparecía por ningún lado.
Un peirodista se encontró a Miyamoto en un pasillo tras la presentación, y su cara lo decía todo
Miyamoto daba vueltas con Link por la sala tratando de buscar tan ansiado objeto, pero ya no se encontraba allí. Había ocurrido un bug en el peor momento posible. Para los asistentes estaba claro que algo inesperado había sucedido. Se escuchaban murmullos en la sala y Bill Trinen (traductor) no sabía qué decir. El desarrollador japonés tampoco tenía idea de dónde meterse, hasta que llegó un momento en que decidió detener la demo de una manera un tanto abrupta. No había nada que hacer.

Todo se habría quedado en una anécdota, pero cuenta el periodista de Game Informer que se encontró a Miyamoto en un pasillo tras la presentación, y su cara lo decía todo:
"Su sonrisa se había ido. Se encontraba rodeado de de su equipo de desarrollo y estaba furioso. Nunca olvidaré la imagen de Miyamoto dando órdenes en japonés a sus tres empleados, con el dedo apuntando hacia arriba".
Parece obvio que Miyamoto estaba enfadado. Era una presentación importante que debía convencer a los s escépticos con la nueva aventura de Zelda. Había tensión y un error a este nivel podía ser fatal… y es que al final estamos hablando de mucho dinero, y también de prestigio. Por suerte, todo se quedó ahí y Spirit Tracks.
Ver 6 comentarios