Los conocidos como "Call of Duty Killers" se han sucedido casi cada año. Todas las grandes compañías que una vez tuvieron un shooter entre manos han intentado demoler los pilares de la saga de Activision sin mucho éxito, y el último sacrificado en esta pugna eterna es XDefiant. El FPS de Ubisoft con Mark Rubin detrás, productor y responsable de muchos Call of Duty de Infinity Ward, cerró ayer mismo sus ojos para siempre, y el mazazo ha sido tal que el propio Rubin ha anunciado su jubilación, abandonando para siempre el desarrollo de videojuegos.
XDefiant se lanzó en mayo de 2024 con una propuesta centrada en la acción rápida y mapas de estilo clásico, y, pese a un estreno fuerte en número de jugadores, no logró mantener el ritmo. Ideas como la ausencia del controvertido SBMM en partidas no competitivas y su concepto de juego gratis atrajeron a muchos jugadores, pero las cifras cayeron rápidamente durante el segundo semestre del año. Aunque Rubin prometía en septiembre que el juego "no moriría", finalmente el 3 de junio de 2025 se confirmó su retirada del mercado.
Mark Rubin, veterano de Call of Duty, se despide de la industria al completo
Por ello, y como Rubin puso sangre, sudor y lágrimas en el desarrollo del videojuego y la respuesta de los jugadores no ha sido la esperada, el creativo se ha despedido para siempre. En una emotiva publicación en Twitter, Rubin lamentó la caída de XDefiant y confirmó que se retira definitivamente para pasar más tiempo con su familia. "No oirás hablar de mí nunca más", escribió.

Eso sí, lejos de irse cabreado, elogió el trabajo de su equipo, destacando la pasión y el esfuerzo que pusieron en sacar adelante el juego a pesar de las dificultades. Además, aprovechó su mensaje para lanzar un mensaje a futuro: espera que alguien retome su enfoque de hacer shooters centrados en los jugadores, que escuchen sus opiniones y respeten a la comunidad. "Nuestros mapas fueron de los mejores jamás creados para un arcade shooter", aseguró con orgullo.
El cierre de XDefiant y la retirada de Rubin dejan una mezcla de tristeza y reflexión sobre los desafíos de competir en el saturado género. Aunque el título de Ubisoft no logró mantenerse a flote, sí deja una huella entre quienes lo disfrutaron brevemente y en aquellos que siguen apostando por experiencias arcade más clásicas dentro de los FPS modernos.
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